jueves, 22 de enero de 2009

Operacón Metro (I): El principio

Las bajas temperaturas y las responsabilidades que últimamente me acechan me obligan a permanecer en un encierro voluntario con el fin de convertirme en una de esas personas de provecho con dos carreras con las que adornar el curriculum. Este encierro me ha permitido descubrir de cerca el mundo de los blogs, mundo que mi vagueza y un astigmatismo que va en aumento me impiden visitar con la frecuencia que desearía.
Mis visitas online se acrecentaron en la última semana y como consecuencia, descubrí realidades paralelas de personajes que cuentan su vida con una dialéctica más o menos aceptable que en la mayoría de los casos me hacen reír. Así, pude leer los quehaceres diarios de una ninfómana lesbiana, un freak de los mypaces o un tonto enamorado de su vecina del cuarto. Delirios como los de cualquier otro.
Lo curioso fue que tras visitar unos cuantos blogs, pude observar, atónita, características similares. Sí señores y señoras, todo el mundo escribe acerca del metro y es que, da igual la mala vida que tengas, llega un momento en el que el metro te hace mella. Es el recurso literario más utilizado en internet, pero no hay que menospreciar la importancia del metro como máxima fuente de inspiración, quién nos iba a decir que además de ahorrarnos miles de atascos nos daría a conocer a Cervantes online que se complacen en contar sus peripecias en el metro.
No todo en el metro es malo, porque aunque huela a pis, se colapse y sea el sitio en el que más robos se producen al día, nos brinda la posibilidad de reconciliarnos con la realidad que nos rodea para obsequiarnos con atisbos de inspiración acerca de los personajes que allí concurren.
He podido leer cientos de historias, de conversaciones ajenas que luego son transcritas con una dialéctica perfecta, historias de amor, robos e incluso asesinatos. Fueron tantas las que leí, que me plantee la posibilidad de escribir una pequeña entrada contando algunas de las historias que a mí me habían ocurrido en el metro. Así, que cuando me disponía a escribir una pequeña sinopsis de mis viajes en metro caí en la cuenta de que todos los días tenían mil historias que contar acerca del metro. Aturdida ante semejante descubrimiento, volví a leer esos blogs repletos de historias de metro y me replantee ¿Por qué todo el mundo escribe acerca del metro? Todos los blogs, tarde o temprano, quedan impregnados por este medio de transporte. ¿Es acaso el metro la fuente de inspiración más fuerte que ha existido jamás? ¿Es la nueva droga que nos abre una puerta a una realidad paralela a nuestro mundo? ¿Por qué las carreras de periodismo se desarrollan en las aulas cuando el metro te brinda la posibilidad de conocer de cerca la creatividad en sí? ¿Por qué los locos abandonan los psiquiátricos para esconderse entre las estaciones del metro? ¿Por qué Operación Triunfo no hace los castings en las bocas de los metros? Miles de interrogantes se presentaban ante mí sin poder darles respuesta, ¿Cuál era la fuerza oculta del metro que hacía que todo el mundo escribiese acerca de él? Sin tener una respuesta concreta me dispuse a observar con mayor atención a cada a uno de los usuarios de metro. Quería encontrar respuesta a todos esos interrogantes, señoras y señoras (zagales y zagalicas para mis lectores murcianos) ha comenzado la “Operación Metro”.

2 comentarios:

  1. ¡¡¡¡Pues que viva la Operación Metro Cristinita!!!! Un besito y nos vemos en febrero!!!

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  2. Quiero leer la segunda entrega de la Operacióm Metro!!! Cristina, tus lectores murcianos lo deseamos con fervor... Por cierto, estaba yo pensando una cosa... La gente critica a las personas que han estudiado una carrera, en tu caso periodismo, y no trabajan en ello. A veces te he escuchado decir que tú no tenías currículum, que nunca habías currado de periodista. Y digo yo, ¿qué diferencia hay entre escribir en un periódico o revista regional (de mierda, normalmente)y que te paguen una miseria al mes; y escribir sobre lo que te da la gana, sin restricciones en funcón de la editorial del medio, en tu propio blog? Ninguna. Eso es trabajar de lo tuyo. Practicas la escritura, encima poniéndote en contacto con las nuevas tecnologías, de forma gratuita y sin ceder a las presiones de una jefa ignorante. Ten claro que a mí leerte me sienta igual de bien que ver un capítulo de Carry Bradshow, encima las dos vestís siempre a la última. Tendencias de Madrid, de moda, de sexo, de relaciones humanas... en fin, que puedes presumir de ser la redactora y editora de un blog de lo más full and cool.

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